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domingo, 29 de agosto de 2010

CREACIÓN CUENTO MÍTICO

•    Una mañana como todos los días Hefestos (Vulcano) se despertaba a primera hora para prepararse para trabajar arduamente en su taller. Después de haber tomado un buen desayuno, se puso su vestimenta de trabajo y camino hasta su trabajo.

•    Durante el camino se encontró con un minero, el cual le pidió de su ayuda. Lo que necesitaba el minero era una pequeña ayuda con una roca que se encontraba en el camino hacia la fragua de Vulcano (Hefestos), como Hefestos tenía el poder de romper todo con un fierro pequeño pero con gran poder, logro derribarla sin problema alguno.

•    Luego de haber solucionado el problema anterior siguió con su camino, como siempre todos los días llego media hora más temprano que de lo costumbre. Al momento de llegar a su taller se dio cuenta que estaba Hércules, el cual buscaba una armadura para su viaje, el cual iba hacer muy peligroso y necesitaba tener algo para protegerse.

•    Después de terminar la armadura para Hércules, llega Apolo el cual le comunica que Venus [la esposa de Vulcano (Hefestos)], le es infiel con el dios de la guerra Marte.

•    Cuando recibió la noticia lo único que deseaba era vengarse, pero dentro del no había maldad solamente pureza, por lo cual dejo a Venus con su amante, y él siguió su vida sin problemas y trabajando para poder sobrevivir pues el poseía una enfermedad de malformación a una de las piernas.


Publicado Por: Alexis González Morales - Nicólas Tapia.

PERFIL DE ESTRUCTURAS METÁLICAS

Perfil
Planificar y elaborar cronogramas para la utilización de recursos y distribución del tiempo. poder leer e interpretar planos y diagramas y elaborar croquis.Aplicar conocimientos de metrología en la realización de mediciones y verificaciones,utilizar adecuadamente y realizar la mantención básica de instrumentos, útiles, máquinas, equipos y componentes propios de la especialidad y como ultimo instalar y organizar puestos de trabajo en construcciones.


PERFIL DE EDIFICACIÓN

Perfil
Planificar y elaborar cronogramas para la utilización de recursos, distribución del tiempo y proyección de resultados de procedimientos administrativos en la adquisición, clasificación y almacenamiento inventariado de materiales para la construcción.Tambien calcular pendientes, superficies y rendimientos, aplicando conocimientos básicos de aritmética,poder leer e interpretar planos, incluyendo subdivisiones prediales, aplicando conocimientos básicos de dibujo técnico y simbología.Trabajar en terreno, las experiencias de ensayo de materiales mediante el uso de manuales de la especialidad.


ESTRUCTURAS METÁLICAS (IMÁGENES)





Publicado Por: Alexis González Morales - Nicolás Tapia.

jueves, 12 de agosto de 2010

TIPOS DE MUNDOS EN LA LITERATURA


La Fragua de Vulcano
(Pintado por Velázquez hacia 1630 en su primer viaje a Italia, fue posteriormente comprado por Felipe IV en 1634)

Historia Sobre la Pintura La fragua del vulcano
Es una pintura al óleo sobre tela datada en el año 1630 durante el primer viaje a Italia de Diego Velázquez. No fue ningún encargo real, pero pronto pasó a formar parte de la colección de Felipe IV y actualmente podemos contemplarla en el Museo del Prado de Madrid.
Se trata de una escena en la que se nos muestra al dios mitológico Apolo, en el momento de comunicar al dios Vulcano que su esposa la diosa Venus, le está siendo infiel con el dios de la guerra, Marte. Recoge justamente el momento del “chivatazo”, por lo que recoge el choque psicológico que el hecho provoca en los que lo escuchan. Es el episodio burlesco del marido engañado, muy propio de la postura antimitológica de los pintores españoles del Siglo de Oro.
Apolo, casi adolescente, aparece cubierto por una túnica anaranjada que, en unión de la aureola de rayos solares que rodean su cabeza, parece actuar de foco de luz en el taller en donde el único tono cálido es un trozo de metal rojo que Vulcano sujeta sobre el yunque y la llama de la chimenea que recorta el cuerpo de los herreros que contemplan sorprendidos al visitante, al igual que su patrón. Es el único que aparece representado como uno se puede imaginar que es un dios, como una figura idealizada, ya que el resto de la escena se podría corresponder con una escena de taller, un “cuadro de género”, constituyendo los demás personajes, incluido el dios Vulcano, tipos normales, para los que el pintor debió inspirarse en personajes populares.
Comparándola con otra obra mitológica del pintor, anterior a este viaje a Italia, “El triunfo de Baco”, más conocida como “Los borrachos”, observamos un proceso evolutivo, resultado de conocer de primera mano las obras de los grandes pintores italianos de siglos precedentes. Así la composición es más dinámica, ya que frente a los dos planos de la obra anterior, en esta las figuras se mueven en varios ejes direccionales. Además se ha ganado en profundidad, al colocar al herrero del último plano al lado de la puerta del fondo. Pero sobre todo, los focos de luz se han hecho más complejos, por influencia de la pintura veneciana, por lo que aparecen varios focos distintos que generan diferentes sombras y también los rostros de las figuras están dotados de una mayor intensidad expresiva.
El fragmento más académico de la composición es el herrero de espaldas, que recuerda las estatuas de los héroes clásicos. Lleno de vida parece el obrero que se inclina sobre la coraza, pero el más expresivo de los hombres es el de la figura que aparece entre estos dos, desgarbado, con gesto de increíble sorpresa, boquiabierto, muy desfigurado y que avanza con gran realismo al oír los hechos.
Es una composición algo terrosa, con predominio de los tonos ocres como debe corresponder a la vida del dios de las profundidades, el viejo y deforme Vulcano, que se ve animada por las pinceladas de azul del cielo que asoma por la puerta, por el jarro de cerámica blanca azulada de la chimenea (digno del mejor bodegón holandés), y la cinta de las sandalias de Apolo.
Todos los objetos y herramientas están trazados con la minuciosidad de un pintor realista que puede competir con los mejores y prestigiosos pintores flamencos. Destacan las calidades de la armadura del primer plano, el jarro blanco de la chimenea, los yunques, etc.
Puede haber dos lecturas sobre la elección del tema, una podría ser moral, el poder de la palabra sobre los sentimientos y acciones del prójimo y otra el desbancar la teoría platónica de la superioridad de la idea sobre el trabajo manual, defendida por todos aquellos que, como Velázquez, combaten por la nobleza de la pintura, considerada hasta entonces como un oficio mecánico y que fue la causa de que el pintor tuviese grandes dificultades en alcanzar la encomienda de la Orden de Santiago, hasta entonces reservada a la nobleza




Caracteristicas del Dios Vulcano
Hefesto ha sido siempre una deidad inherente al fuego, debido a que, desde tiempos inmemoriales, este elemento esencial se ha relacionado con lo divino. El propio Homero denominaba Hefesto al fuego e identificaba a ambos: "Ardió tu cadáver adornado con vestidura de dios, con gran cantidad de ungüento y de dulce miel; agitáronse con sus armas multitud de héroes aqueos, unos a pie y otros en carros, en torno de la pira en que te quemaste; y prodújose un gran tumulto. Después que la llama de Hefesto acabó de consumirte, ¡oh, Aquiles!, al apuntar el día, recogimos tus blancos huesos y los echamos en vino puro y ungüento." También en otros pasajes se le relaciona, a menudo, con actividades que el propio dios hacía para los demás compañeros del Olimpo. Fue Hefesto quien construyó el hermoso palacio del todopoderoso Zeus y quien realizó el ánfora en la que se depositaron los restos del héroe Aquiles y las armas de éste guerrero. Acerca del origen, personalidad y atributos de Hefesto, hay versiones distintas. La más aceptada es aquella que afirma que es hijo de Zeus y de su legítima esposa Hera. Sin embargo, y según cuentan las más ancestrales leyendas, el fruto de la unión de tan egregios esposos no contribuyó al mejor entendimiento de ambos. Se dice que la cojera de Hefesto le sobrevino, precisamente, por tomar partido a favor de su madre Hera en una de estas violentas discusiones. Zeus, ciego de ira por lo que pensaba era una confabulación familiar contra él, habría arrojado del Olimpo a su propio hijo, haciéndole caer en la lejana isla de Lemnos. A consecuencia de tamaña violencia física, Hefesto se romperá las piernas y desde entonces será conocido como el "ilustre cojo de ambos pies". En ocasiones, los dioses del Olimpo se burlaban de Hefesto a causa de su cojera y su desagradable aspecto. Tullido y feo, era objeto de continua mofa. Más lo curioso es que se hallaba casado con la bella Afrodita, diosa del amor; lo cual indica que Hefesto debía tener cualidades de las que carecían los demás dioses que lo ridiculizaban. Pues, de lo contrario, la mejor conocedora de los lances amorosos no habría accedido a ser su esposa. Respecto al trabajo de Hefesto, o Vulcano para los romanos, en su legendaria fragua, será el gran poeta Virgilio quien más líricamente lo describa: "A un lado de Sicilia, entre ella y Lípara, está una isla célebre, encumbrada sobre altísimas peñas que humean; debajo de la cual una gran cueva y muchas otras, como aquellas de Etna, con los ciclópeos fuegos carcomidas, retumban de continuo. Allí mil yunques, con valientes golpes heridos, suenan con terribles truenos que en torno se oyen claros de muy lejos. Rechinan por las cóncavas cavernas barras y masas de encendido hierro; salen de mil hornazas vivas llamas: ésta es la casa y fragua de Vulcano y de él dicen "Vulcania" aquesta isla". La tradición popular, no obstante, asocia la mítica Fragua de Vulcano con el volcán Stromboli, muy activo y en continua erupción siempre. De su cráter se decía que salían tales llamas que un pedazo de hierro que se dejara por la noche en sus aledaños, aparecería por la mañana ya forjado. Sería en este lugar donde Hefesto, después de ser expulsado del Olimpo, decide establecer su hogar y su fragua dentro de una ígnea caverna. Pero además cuentan las más antiguas narraciones clásicas que Prometeo robaría allí el fuego de los dioses. En este mítico taller de Hefesto no sólo se forjaba el hierro, sino que también, el nutrido grupo de operarios a su mando, mantenía febril actividad en torno a la construcción de diversos objetos con materiales nobles. Y, así, pronto cumplimentarán encargos que quedaron grabados en la mitología como verdaderas obras de arte. Entre ellos se encuentra el más hermoso de los escudos que imaginarse pueda. Fue fabricado, por encargo de Afrodita, para defensa y orgullo del héroe Eneas. Era todo él de oro y sus relieves hacían alusión a un idílico tiempo futuro que no pudo cumplirse nunca. Contra él nada podían, ni flechas ni dardos enemigos: "(...) y lánzale un dardo agudo y luego, tras de aquél, otro y otro y otro aprisa, y ándase en torno de él en ancho cerco; más el escudo de oro los para." Otra de las obras que salieron de la mítica fragua de Hefesto fue el radiante y ostentoso carro que conducía el hijo del titán Hiperión, es decir, Helios. Esta deidad personificaba al Sol y tenía por hermanas a la Aurora y a la Luna, llamada Selene. El hermoso carro de Helios iba acompañado por cuatro hermosos caballos que tiraban de él con inusitado brío y cuyos nombres hacían alusión al fuego, a la radiante luz, al calor y a la claridad: "Ardiente", "Resplandeciente", "Brillante" y "Amanecer". Pero además no sólo será la elaboración de objetos lo que los relatos más legendarios atribuyan a Hefesto. También se dice de él que confeccionó una especie de muñecos de oro, tan semejantes a los propios mortales que no pocos, de entre los autores clásicos, los han identificado con los verdaderos seres humanos y su creación.
Video "La Fragua de Vulcano"







Publicado Por: Alexis González Morales - Nicolás Tapia - Daniel Jaime.

lunes, 9 de agosto de 2010